El alumnado se queja de falta de vocación y dificultad académica.
La demanda de profesionales con perfiles STEM (sigla que significa: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) no para de crecer. Al menos diez mil puestos de trabajo en el sector tecnológico español están disponibles por estos días. La falta de cualificación es la principal causa, cada vez son menos los interesados en realizar este tipo de formación. La cantidad de matriculados en carreras técnicas como Ingeniería y Arquitectura ha bajado casi un 30% entre el año 2010 y 2017, según datos del Ministerio de Educación.
La falta de matriculaciones en las carreras STEM se debe principalmente a dos motivos: la dificultad académica y la falta de orientación y conocimiento. El 65% de los alumnos encuestados, no tienen claro las salidas profesionales, están indecisos sobre qué rama estudiar o no conocen a ningún ingeniero. La consecuencia es que las ofertas de trabajo no se cubren.
Más de la mitad de los directores de empresas encuestados considera que los profesores de sus centros no reciben formación para poder orientar a los alumnos a la hora de escoger una carrera.
Según este estudio, el 40% de los alumnos de la escuela secundaria, bachillerato y FP (Formación Profesional) tienen claro lo que quieren estudiar al finalizar este ciclo y mantienen el itinerario inicialmente elegido. El resto, modifica el itinerario por un cambio de vocación, influencia familiar o falta de información por parte de los centros.